Plan B de boda: consejos para idear uno maravilloso

Vamos a hablar sobre el Plan B de boda. Ya lo sabemos, mejor no nombrar lo que no queremos que ocurra pero es que así no vamos a espantar las posibilidades de que suceda. Vamos a ser realistas, que llueva el día de vuestra boda es algo que puede ocurrir. Pues ante la posibilidad de que la meteorología no esté de nuestra parte y careciendo de poderes mágicos que puedan hacernos controlar esto, lo más recomendable es anticiparnos a los posibles hechos. Ciertamente, es lo mejor y lo único que podemos hacer.

Como organizadores de bodas nos encantaría poder deciros que han inventado unos dispositivos ultra modernos con los cuales puedes controlar cuánto de despejado quieres el cielo y los grados centígrados que deseáis. Pero… va a ser que no. Así que aclarado este término pongámonos manos a la obra en la “Operación Plan B”.

Actitud positiva, siempre

Partimos de que la fecha de vuestra boda está fijada en un mes en el que puede que os haga un espléndido día o que, por el contrario, llueva. Como, además, es imposible tener una predicción meteorológica fiable con tanta antelación pues toca enfocar la organización teniendo en cuenta que la lluvia puede aparecer.

Vuestra actitud positiva os ayudará a que el Plan B de boda deje de ser esa opción que planteáis con pocas ganas con la esperanza de que no tenga que llevarse a cabo y pase a ser una alternativa igualmente maravillosa. Esto os dará tranquilidad ante la incertidumbre.

¿Cómo podemos hacer esto? Lo primero es repetirnos como un mantra: “Con lluvia o con sol, nuestra boda molará un montón”.  Y a partir de aquí comenzamos a trabajar.

Consejos para idear un Plan B de boda

Lo primero será buscar el lugar de celebración con los nubarrones en mente. Eso no quiere decir que vayáis enfadados a todos lados… pero sí que cuando visitéis el lugar os aseguréis que tiene una alternativa que os convenza y os ilusione de verdad. ¿Por qué así? Porque si finalmente los peores pronósticos se cumplen será mucho menos engorroso trasladarlo todo a una zona cubierta dentro del mismo recinto que hacerlo a un lugar completamente distinto. Así ahorraréis costes, porque si encima de que se presenta la lluvia esto os encarece la boda sería el colmo…

Así que poneros como requisito que la ubicación que elijáis albergue un espacio que dé posibilidades ante la lluvia y que sea de vuestro agrado. Decimos espacio porque podéis decantaros por escoger un salón o instalar alguna carpa. Nosotros nos inclinamos por lo primero dada su comodidad, ya que la lluvia puede venir acompañada de viento y de bajada de temperaturas.

¿Qué debe tener nuestro Plan B de boda?

Os detallamos algunos requisitos que debéis tener en cuenta a la hora de idear el Plan B:

Plan b de boda
  1. El tamaño de los salones o ubicaciones cubiertas: que sean lo suficientemente grandes para acoger a todos los invitados con amplitud y que dé la opción de determinar distintos lugares tanto para la copa de bienvenida como para el banquete. De no ser así, tal vez debáis escoger dos espacios distintos aunque esto tendrá como inconveniente los traslados de un lugar a otro. Para solventar este problema puede ser práctica la instalación de pasillos techados si la predicción es de lluvia persistente.
  2. La luz: este detalle puede ser determinante para decidirse por una ubicación u otra, sobre todo, al buscar una alternativa para la ceremonia (si os casáis por lo civil). En este caso, os recomendamos espacios con ventanales amplios que le den esplendor al ambiente.
  3. Rodearte de buenos profesionales: os permitirá apurar hasta el último momento para tomar una decisión. La experiencia y buen hacer de tus proveedores permitirá adaptar la idea inicial rápidamente e incluso estarán capacitados para sacarle partido haciendo que ni os acordéis del modelo original.
  4. Retrasar la hora de la boda: esto es algo bastante complicado pero si la predicción de lluvia es para una hora muy concreta que solo afectaría al comienzo de la boda, tal vez pudiera ser una opción viable. Aunque sabemos que poder llevarla a cabo depende de muchos factores.

Y hasta aquí nuestra aportación sobre los planes B para bodas. Esperamos que este artículo os haya sido útil pero, sobre todo, que os dé serenidad ante la posibilidad de tener una boda pasada por agua.

Como wedding planners lo vemos desde un prisma diferente en el que lo importante es ser prácticos y dar soluciones ante cualquier problema que se pueda presentar, como en este caso es la lluvia. Estamos curtidos en esto y desde el comienzo de la organización de la boda tenemos muy presente la necesidad de determinar un Plan B real con el que los novios estén a gusto. Así que aquí estamos para lo que necesitéis y no olvidéis nunca: “Con lluvia o con sol, vuestra boda molará un montón”. 

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